jueves, 29 de marzo de 2012

La mujer de negro

Recientemente fui a ver La mujer de negro y me encantó la maravillosa historia gótica que me presentaron. Estaban todos los elementos típicos, tópicos y los necesarios para que la película te inquiete, te asuste e, incluso, saltes en la butaca varias veces.

Un joven viudo solitario con un hijo encantador, un pueblo lleno de dramas personales y colectivos, casa embrujada con fantasma, niebla envolvente, cuervo, tumbas, soledad, tristeza...sigo?
La historia es muy sencilla un joven abogado viudo debe visitar la casa de una cliente fallecida y conseguir arreglar todos los papeles para poder vender la casa...

El inquietante inicio es eso...solo el principio. A partir de ahí...tu te lo has buscado, te has quedado pegado a la butaca y no te mueves hasta que los créditos han acabado. Algo, por otro lado, inaudito en estos tiempos en que la cultura cinematográfica es muy básica y en cuanto acaba la historia y sale un título o un nombre, nos falta tiempo para sacar nuestro movil y quitarle el modo silencio.


Un viaje en tren del joven abogado Arthur Kipps (Daniel Radcliffe) resulta igualmente inquietante que el realizado en su dia por el también joven abogado Jonathan Harker (Dracula) y su llegada a un pueblo donde no se le quiere en absoluto.
Solo la ayuda de su compañero de viaje propiciará que Arthur llegue a la casa...





Daniel Radcliffe supera con nota todas las expectativas. Se enfrenta como actor a un fantasma casi tan terrorífico que la mujer de negro, la sobra alargada y persistente de Harry Potter y me olvidé de Harryqué?


No hay que olvidar, tampoco, que le acompañan grandes actores que propician que la historia se desarrolle con total desasosiego y, en ocasiones, verdadero terror.

La historia está muy bien contada y además, utiliza la técnica de los múltiples finales y claro...cuando crees que todo ha acabado y que comerán perdices y serán felices para siempre...

...llega el verdadero final, como no podía ser de otra manera en un cuento gótico que se precie.

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